martes, 15 de mayo de 2012

Historia de la lengua española

La lengua española es el resultado de más de 1000 años de evolución, en los que las diversas lenguas de los habitantes de la península recibieron la influencia de los romanos y los árabes. A finales del siglo XV, con la unión de las monarquías de Castilla y Aragón, que extendieron su dominio por gran parte de la península, el castellano se impuso sobre los demás idiomas y dialectos; además cruzó el Atlántico en los barcos de los conquistadores y misioneros.
La colocización española del XVI llevó la lengua a las Américas, a los Estados Federales de Micronesia, Guam, Marianas, Palaos y Filipinas
El latín vulgar que hablaban los ejércitos romanos y los colonos en la antigua España, fue la base de muchos de los dialectos que se desarrollaron después en varias regiones del país durante la Edad Media. El dialecto de castilla o español de castilla, fue poco a poco conviertiéndose en la lengua estándar, por el dominio político de Castilla en el siglo XIII.
La mayoría de las palabras del español derivan del latín, pero también hay algunas que vienen de otras lenguas prelatinas, como el griego, el euskera o el celta. La invasión de los visigodos, a principios del siglo V d.C. también entraron palabras germanas. La conquista de los árabes, tres siglos más tarde, introdujo muchas palabras árabes en la lengua, la mayoría de ellas son muy fácilmente reconocibles por el prefijo "al". La influencia de los eclesiásticos franceses del siglo XI y de los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela, hizo que se incorporaran a la lengua muchas palabras y frases francesas. Durante los siglos XV y XVI, debido a la dominación de Italia por parte de los aragones, España recibió también influencia de Italia y se vio influída por la moda de la poesía italiana. La relación de España con sus colonias y posesiones, dio paso a la introducción de nuevos términos de lenguas nativas americanas y de otras fuentes. Los estudios e investigaciones han aumentado también considerablemente los préstamos lingüísticos.
En América, los descendientes de los españoles, los españoles criollos y los mestizos seguían utilizando la lengua. Después de que las guerras de la independencia liberaran estas colonias en el XIX, las élites existentes extendieron el uso del español a toda la población para reforzar la unidad nacional.
En Filipinas este proceso no ocurrió así por varias razones. Era la única colonia española de Asía lejos de todas las que existían en latinoamérica. Filipinas más que una colonia española, era la colonia de una colonia española, de la nueva España y era México quien la administraba. En comparación con sus homólogos en latinoamérica, la población filipina era casi exclusivamente nativa, y los españoles, que eran casi todos mejicanos, eran mayoría frente a los mestizos. Después de la guerra entre España y América, los pocos españoles que quedaban regresaron a la Nueva España (México) y más tarde a España. Y en Filipinas, muchos de los pocos mestizos que había murieron por causa de la guerra, el inglés se declaró lengua oficial y en 1973, el español de ser la lengua oficial de este país.
La Real Academia de la lengua española se fundó en 1713. Establecía los criterios para sancionar los neologismos y para la incorporación de palabras de ámbito internacional. La gramática española se normalizó durante este período y la literatura española fue muy prolífica, debido a la expresión de libertad que permitía a los escritores y hablantes utilizar la lengua sin seguir unas reglas determinadas para el orden de las palabras, creando así diversos estilos literarios.
El siglo XX ha sido testigo de cómo ha cambiado el uso del español. En la lengua han entrado multitud de neologismos, alimentados por los avences tecnológicos y científicos. Desde los clásicos: termómetro, átomo y psicoanálisis a los modernos y apenas hispanizados: filmar, radar, casete, PC y módem

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