Teoría de los actos de habla
La teoría de los actos de habla de J. L. Austin ("Cómo hacer cosas con las palabras", How to things with words, 1962) y John Searle ("Actos de habla", Speech acts, 1969) amplió este esquema al contemplar dentro de él otros dos factores de la comunicación soslayados por la interpretación de Jakobson: el contexto y la situación, de forma que no se habla de funciones, sino de actos o actividades.
A la función representativa se la llamó actividad locutiva (lo que se dice), a la expresiva actividad ilocutiva (lo que se hace al mismo tiempo que se dice) y a la conativa actividad perlocutiva (lo que se consigue por medio de decir). Estas consideraciones, que ampliaban notablmente el calado de los análisis lingüísticos abriéndolos a un entorno mucho más rico y complejo, dio origen a la pragmática lingüística.
- Una actividad locutiva consiste en emitir el enunciado: decir, pronunciar, etc. En su forma más pelada o expedita es una actividad proposicional de predicación, en tanto que su enunciado consiste en referirse a algo y predicar algo de ese algo; por ejemplo: "Tu madre ha telefoneado" predica de "la madre" el hecho de "telefonear"... Y solo eso, sin intención alguna. Y comprende tres tipos de actos diferentes:
- Actividad fónica: la actividad de emitir ciertos sonidos;
- Actividad fática: la actividad de emitir palabras en una secuencia gramatical estructurada;
- Actividad rética: la actividad de emitir las secuencias gramaticales con un sentido determinado.
- Una actividad ilocutiva o ilocucionaria, intencional, (la realización de una función comunicativa, como afirmar, prometer, etc.). Se relaciona con la modalidad o actitud psicológica del hablante ante el enunciado, pero su ámbito se amplia notablemente, pues, a las modalidades tradicionales del estatuto de la oración (aseverar, preguntar, ordenar, desear, dudar, desahogar un sentimiento) añade otras caracterizaciones del enunciado que responden a la intencionalidad del hablante. Por ejemplo: observar, describir, comentar, objetar, aconsejar, pedir, solicitar, disculparse, censurar, criticar, aprobar, saludar, despedirse, prometer, jurar... Las expresiones mediante las que puede designarse un acto ilucucionario son centenares. En el ejemplo antecitado, serían actos ilocutivos: "Ha telefoneado tu madre (aseverativo) ¿Ha telefoneado tu madre? (interrogativo) ¡Ojalá telefonee tu madre! (desiderativo)" etcétera.
- Una actividad perlocutiva o perlocucionaria de efecto (la (re)acción que provoca dicha emisión en el interlocutor, como convencer, interesar, calmar, etc.). Afecta a las consecuencias provocadas que la actividad tiene sobre las acciones, pensamientos, creencias, sentimientos etcétera del oyente. Por ejemplo, la expresión "ha llamado tu madre" puede contener el efecto perlocutivo de ordenar o sugerir "llama a tu madre". Y la esposa que le dice a su marido en medio de una fiesta "Es muy tarde" efectua un acto ilocutivo de aseveración, pero su efecto perlocutivo es conseguir que se vayan a casa. Y aún más: según el tono y el contexto puede contenerse un reproche implícito ("por culpa tuya aún estamos aquí") y la intención de "amargar la velada".
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